lunes, 27 de octubre de 2008

¿Quién puede querer hacerme daño? Vuelve a mí un pasado sombrío de penas y amarguras, viviendo en soledad, alejada de todo lo que era vida. Pero en ese pasado siempre estaba ella, como pilar en mi vida, como sustento y apoyo. Nunca caería porque ella estaba ahí, nunca perecería, nunca moriría, en el fondo.
Ahora que ya se ha ido me siento un poco sola y desvalida. Es en estos momentos que recuerdo su calidez y ternura, su sonrisa y su voz, ahora tan lejana a mí...
Quisiera decirle que venga a rescatarme, que no me abandone en mi soledad, que no me permita caer en el abismo nuevamente, que me levante si es que perezco y me transforme en cenizas... ¿Te volveré a encontrar alguna vez mamá?

pd: siempre existe la esperanza

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