Cuando las cosas van mejor de lo que parecieran dan unas ganas enormes de decir simplemente "gracias". Dar las gracias por las tantas cosas recibidas, por la infinidad de oportunidades y benditas coincidencias. Que a pesar de no tener todo lo que el consumismo y los caprichos infantiles me reclaman, siento que tengo lo que necesito en este momento, y que si quisiera tener algo más, no físico, sino algo espiritual que me llene por dentro, tan sólo tengo que luchar y mentalizarme en ello.
Gracias por tener vida simplemente.
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